ECONOMÍA
Empresas y mercado laboral
España tiene demasiados
problemas. Cien crisis dentro de una. Es como estas muñecas rusas que cuando
abres la principal aparece una más pequeña y la cadena sigue hasta que te topas
con una muñeca diminuta…
El principal problema de la
economía española es el desempleo. Un desempleo que ya parece estructural y
característico de una economía que cuando las cosas son positivas crea empleo a
un ritmo superior al resto de economías europeas y cuando las cosas pintan mal
lo destruye a un ritmo infinitamente superior. Ya en la crisis de los años
noventa apareció este fenómeno y, en la actualidad, con el modelo productivo
del “ponme la tierra y yo construyo” las cosas no han cambiado, es más, se han
agravado.
Si nos ubicamos en 2008, ¡buenos
tiempos!, podemos divisar desde la frontera temporal que aparecen los primeros
problemas. La crisis hipotecaria se desata y, ¿qué sucede? Pues que el crédito
hipotecario se contrae, la construcción entra en crisis, los pisos se van
acumulando mientras el desempleo sube escaleras como si el mundo fuese a
explotar. La construcción no es únicamente un obrero poniendo ladrillos. Hay
personas haciendo muebles, hay electricistas, hay fontaneros…etc. Muchas
empresas ligadas que vieron como el número de empleados se reducía.
Con el tiempo, el ciclón no se
frenó. El crédito no volvió y la demanda de los consumidores descendió
peldaños. Total, hoy por hoy hay 4.750.867 personas inscritas en las listas de los
Servicios Públicos de Empleo. 417.198 desempleados más que hace
exactamente un año. En el gráfico posterior se puede observar el ritmo de
destrucción de empleo de la economía española desde el inicio de la crisis.
2008 fue el año más negro, alrededor de un millón de personas se quedaron sin
empleo. A partir de ese momento la destrucción ha sido similar, tomándose un
respiro en el 2010 y subiendo con el paso del tiempo. Los meses más favorables
para la creación de empleo son los de verano, aunque hay que tener en cuenta
que son empleos ligados al turismo y por lo tanto estacionales.
Fuente: lainformacion.com
Si tomamos en cuenta las CCAA, el
panorama es más desolador. ¿Por qué? Porque si ya de por sí la tasa del paro
media de España se sitúa alrededor del 21,29%, hay algunas CCAA con una tasa
del paro superior al 30%. En la tabla posterior se pueden ver los valores. Mes
a mes van cambiando, ascienden, y es difícil decir de forma exhaustiva la tasa
exacta. Lo importante es ver aquellas CCAA con mayores tasas de paro
(Andalucía, Canarias, Extremadura, Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana y
las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla). Se puede ver que las mayores tasas
de desempleo están en el sur de España, en los lugares en donde el sector de la
construcción se hizo más fuerte.
Fuente: Crea.es
Las previsiones no son nada buenas. El Gobierno ha anunciado que la
tasa de desempleo, al término de 2012, se puede situar en el 24,3%. Eso
significaría que 630.000 puestos de trabajo se perderían en los próximos meses.
Además se prevé que la economía caiga un 1,7% en 2012 y esto no ayuda demasiado
a la creación de empleo.
Para hacernos una idea de la
difícil situación que atraviese la economía española podemos hacer una
comparación de la tasa de paro con el resto de países europeos. No hay país en
la UE que tenga una tasa de paro tan elevada. Ni los rescatados como Grecia o
Portugal llegan a estos extremos.
Fuente: elblogsalmon.com
Después de ver la situación de
una España desempleada, está bien centrarse en las consecuencias que una elevada tasa de paro tiene para un país y
como no, para su población.
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Los ingresos
de las familias disminuyen. Al haber un mayor número de personas desempleadas
el dinero en el bolsillo de las familias escasea. La consecuencia es una
contracción de la demanda que hace que los productos de las empresas no puedan
salir al mercado y, si lo hacen es a menores precios. Esta disminución de la
demanda hace que los despidos tiendan a incrementarse y el círculo vicioso ya
está hecho.
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Aumento de la pobreza en España. Se calcula que entorno
a 2,5 millones de parados ya no cuentan con el subsidio de desempleo. Al no
existir, ya no hay ingresos para esas personas lo que lleva a aumentar el
número de personas que se encuentran bajo el umbral de pobreza (un 22% de los
españoles está bajo el umbral de pobreza y un 25% están en riesgo de entrar).
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La economía no se recupera y las personas tienen que
cubrir sus necesidades básicas. La economía
sumergida se incrementa y las consecuencias son un mayor fraude fiscal y,
para las personas cuya única fuente de ingresos esté sumergida, un pan para
hoy y hambre para mañana.
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Un elevado número de desempleados puede hacer que los
que estén ocupados tengan miedo a
perder su empleo. Las condiciones de los empleados pueden verse perjudicadas y
las exigencias aumentadas ya que hay un gran número de personas que haría su
mismo trabajo por un menor sueldo.
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Disminución de
la recaudación de impuestos al existir un mayor número de desempleados. Los
PGE tienen que ajustarse a una situación cambiante a la baja.
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La edad de
emancipación se elevada al no existir empleo. Esto hace que las personas
jóvenes tengan que aferrarse a los ingresos familiares y que la situación sea
más comprometida para todo el núcleo familiar a existir un mayor número de
personas dependiendo de los mismos ingresos.
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La tasa de
natalidad se reduce al no existir expectativas positivas. La edad media
para tener el primer hijo ya se sitúa por encima de los 30 años. El empleo
estable, si es que existe, tarda más tiempo en llegar y la compatibilidad
trabajo-vida privada cada día se hace más difícil.
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Aumento de los extremismos.
Una parte de la población, al estar en una situación marcada por la crisis
económica, participa en una ideología marcadamente racista y en donde el
nacionalismo está a flor de piel. Como ejemplo, tenemos los resultados de la
primera vuelta de las primarias francesas en donde la ultraderecha sacó un
18,15% de los votos.
Las conclusiones no son muy
positivas. En España la tasa de paro parece que va a seguir el ritmo de las
previsiones y no nos puede extrañar. El ajuste presupuestario es elevado y la
austeridad puede terminar por asfixiar a un país que parece estar en una
situación límite. Si no se rebajan los objetivos presupuestarios (dependiendo
en última instancia de la UE), el futuro se presentará más negro de lo que ya
se divisa. Con la iniciativa privada estancada, la pública parece que ha
entrado en coma. Todo ello llevará a una menor capacidad adquisitiva de los
españoles y el círculo vicioso volverá a funcionar. Parece que en el futuro
seremos más pobres. De una España desempleada, a un España pobre únicamente hay
un paso.
Daniel Franco
Claro y contudente. Creo que ahora lo que le falta son alternativas para corregir esta tendencia. Ya sabemos lo que no funciona, pero ¿podemos proponer medidas que si funcionen?
ResponderEliminarYo no soy economista pero creo que los ajustes y reformas del gobierno sólo están generando más miedo, paro, etc
Lo que está claro es que únicamente con medidas austeras que contraigan aún más la demanda, la situación del desempleo no se solucionará. No podemos aplicar las mismas medidas que se aplican en Europa ,o nos dicen desde Europa, porque no tienen el mismo problema que en España. Hay paro en la UE, pero no un paro tan dramático. La asfixia de la economía parece cercana.El principio para intentar llegar al principio del final será la relajación en los plazos del cumplimiento presupuestario. Espero que se haga.
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