4/03/2012
ECONOMÍA
Terreno financiero
IMAGÍNATE que tienes 60000 euros
ahorrados. Llevas desde los 16 años buscando una existencia digna. Has pasado
por tantos empleos que ya no recuerdas con exactitud donde te encontrabas
cuando conociste a tu esposa, ni si estabas de camarero en aquel bar asqueroso
de carretera cuando aparecieron ante ti casi ochocientas mil pesetas en forma
de premio de lotería. Ya estás cansado, has cumplido hace una semana sesenta y
cinco años. La misma edad que tenía tu padre cuando murió. Los tiempos han
cambiado, la medicina ha evolucionado y la esperanza de vida ha crecido. Aún
hay tiempo, e incluso, si la salud lo permite, te quedan unos años sin
preocupaciones, con una familia formada y con ganas de intentar sacar provecho
a esos ahorros que tanto te ha costado conseguir. En el banco, en tu banco
desde que tenías treinta años, el banco que dice ser tu segunda casa, te
ofrecen colocar ese dinero en una especie de depósito. A partir de él obtendrás
un rentabilidad del 6%, no tiene riesgo y cuando quieras desprenderte de él, y
recibir tu dinero de nuevo, la entidad bancaria se encarga de buscar un
comprador. En definitiva, el paraíso ha entrado en tu bolsillo. Te ofrecen un
tipo de interés que ningún depósito de cualquier entidad financiera pudiese igualar
y además, te dicen que el riesgo es casi nulo. ¿A que coño estás esperando?
Detrás de esta mentira debemos de
intentar buscar, escondida como casi siempre, una realidad. Tu banco te está
ofreciendo las llamadas participaciones preferentes. ¿Cuáles son las
características? Sí, debemos de conocerlas. ¿Hay que desconfiar de la
información y buena cara del atento empleado bancario que nos las ofrece? Por
supuesto.
-
Cuando hablamos de participaciones preferentes no
estamos hablando, en ningún caso, de un depósito bancario. El Fondo de Garantía
de Depósitos no te garantiza la inversión en caso de quiebra del banco. Es
decir, si colocas los anteriores 60000 euros en un depósito y el banco quiebra
recuperarías tu dinero (límite: 100000 euros). Si los inviertes en
participaciones preferentes no ves ni un céntimo.
-
Te han puesto cerca el caramelo del 6% de interés,
asegurándote un tipo superior al de cualquier depósito. La realidad, de nuevo,
vuelve a estar desunida de la ficción. Si el banco no obtiene beneficios
durante el periodo puede no pagar ninguna retribución.
-
También te comentaron que cuando quieras deshacerte de
la inversión, y recuperar tu dinero, no hay ningún problema, que ellos se
encargarán de encontrar un comprador. La realidad es que si decides deshacer la
inversión, en primer lugar han tenido que pasar 5 años desde la constitución y,
en segundo lugar la venta se efectuará al precio de cotización que no tiene por
qué coincidir con el de compra.
-
Estamos hablando de títulos perpetuos. En caso de que
pasen 5 años y el banco decida no recomprarte las participaciones (tiene el derecho pero no la
obligación) , te queda la vía de acudir al mercado
secundario en donde cotizan. ¿Cuál es el problema? Pues que hay dos problemas.
Sí, no uno, si no dos. En primer lugar puede que el precio haya caído y en
segundo lugar puede que no haya compradores. Estamos hablando de un producto
perpetuo. Te quedan dos opciones: o quedarte con él hasta que mueras o venderlo
en el mercado secundario a un precio menor al de la compra.
-
En caso de mala situación económica de la entidad los
poseedores de este tipo de productos serán los penúltimos en cobrar. Solo se
situarán por delante de los accionistas.
Por lo tanto y sabidas las
características ciertas ya puedes hacerte una idea de la clase de producto que
te están intentando encasquetar: un producto poco líquido, de elevado riesgo y
eso sí, de un rentabilidad considerable aunque con los matices mencionados
anteriormente y a pesar también de que
el tipo de interés en muchos casos no se corresponde con el riesgo. Todo lo
contrario a lo que te ofrecían, ¿verdad?
Pues bien. Ya te has enterado y
les has dicho que no, que no piensas meter tu dinero en esa clase de productos.
Tú estás avisado pero… ¿qué ha sucedido en estos últimos años?
El proceso anterior se ha
repetido y en España son, a día de hoy, 700000 personas enteradas que tienen su
dinero metido en este tipo de productos. Y digo enteradas porque seguramente en
los próximos días saldrá de su casa, camino del banco, tu amigo Antonio, sí,
ese que tenía una frutería y que ha tenido que cerrar debido a la crisis, y le
contesten: estamos en dificultades y desde “arriba” nos informan que no debemos
recomprar este tipo de títulos, son perpetuos. Y si decide venderlo en el
mercado secundario se encontrará con una minusvalía del 60%. La cotización de
las participaciones preferentes se ha desplomado debido a la falta de
liquidez de las entidades financieras. Necesita el dinero y no puede disponer
de él. En resumen, ya será una más en la lista de personas involucradas en este
fraude.
Cotización participaciones preferentes Banco Santander |
52 entidades financieras españolas se dedican a efectuar este tipo de operaciones. Las principales: La Caixa, Caja Madrid, BBVA, Banco Santander, CAM y el Banco Popular. Como ya he dicho, 700000 personas metidas en este saco. En una parte muy importante estamos hablando de ancianos con escasos conocimiento financieros que únicamente querían mantener a salvo sus ahorros. Les edulcoraban la realidad. La letra pequeña de los contratos nunca ha sido tan pequeña. 24000 millones de euros invertidos en esta clase de títulos entre bancos y cajas de ahorro.
El escándalo ha estallado pero,
¿es una práctica nueva?
La respuesta es negativa. Esas
operaciones ya se daban con anterioridad (desde hace 15 años) pero ante una
situación económicamente positiva no había ningún problema y si lo había no era
ni mucho menos conocido. A partir de la quiebra de Lehman Brothers y ante las
perspectivas financieras negativas, los bancos y las cajas españolas acudieron
más que nunca a este tipo de operaciones. El año de más actividad fue 2009 en
donde se emitieron 13.552 millones
de euros según el mercado español de renta fija. Las participaciones
preferentes ampliaron sus clientes objetivos. Las malas prácticas comerciales
se multiplicaron. Los ahorradores eran seducidos por este tipo de inversiones.
Hay que decir que no todos eran “engañados” pero la falta de conocimientos y
criterios específicos provocaron que acudieran a este tipo de inversiones.
¿Por qué estos títulos son tan beneficiosos para las
entidades financieras?
A la posibilidad de no pagar retribución en caso de pérdidas
y fácil financiación perpetua hay que añadir que la emisión de este tipo de
productos hacía que las entidades mejorasen su ratio de capital (Tier 1) ya que
computan como fondos propios de la entidad. A partir del 2023 (entrada de
Basilea III) esta circunstancia ya no será cierta y las preferentes ya emitidas
no servirán para fortalecer el Tier 1 de las entidades y para que las nuevas
preferentes se contabilicen como capital propio deberán cumplir un mayor número
de requisitos.
Y ahora, ¿qué pasa con las
personas afectadas?
Estamos hablando en este caso de
personas a las que les habían endosado las participaciones preferentes vestidas
con el traje de un depósito bancario. Un caso sangrante es el de la CAM en
donde se han encontrado contratos que vencían en el año 2800. Además hay que
recordar que es una caja intervenida y recientemente comprada por el banco
Sabadell. Ante la mala situación la incertidumbre y el pesimismo de los
afectados es aún mayor. Los afectados han declarado que estamos ante «el mayor fraude al ahorro familiar en los últimos tiempos, mayor
incluso que los de AVA, Gescartera o Forum y Afinsa».
Las
alternativas, por el momento, para las personas afectadas son dos.
1)
Esperar a que las
entidades financieras establezcan canjes de sus participaciones preferentes por
bonos convertibles en acciones o por obligaciones subordinadas (normalmente
emitidas a 10 años). A día de hoy ya se están efectuando estos canjes.
2)
Intentar seguir con la
demanda y conseguir la nulidad de los contratos no asumiendo ningún tipo de
canje.
En cualquier caso los afectados
están unidos y ya se están organizando para protestar por lo que consideran un
abuso de las entidades financieras ante la falta de información sobre la
naturaleza y el riesgo que en sí tenían.
A continuación se puede ver en un
reportaje el drama humano de los miles de afectados. Una cosa es ver los
números, enlazar palabras explicando conceptos y características y una muy
diferente es escuchar las historias de la gente involucrada:
Página web de la Asociación de Usuarios
de Bancos y Cajas (ADICAE): http://adicae.org:4040/
Daniel Franco
De alguna manera creo que uno es timado por dos motivos:
ResponderEliminar1) Exceso de avaricia: siempre hemos sabido que "nadie regala duros por pesetas" (dicho castizo aunque ya no exista la moneda). Por lo que si alguien te ofrece mucho... SOSPECHA!. De alguna manera creo que el que es timado es porque realmente quería aprovecharse de la situación y en parte se lo merece.
2) Falta de cultura económica en este país: desde las aulas intentamos que ésto no vuelva a ocurrir, formando jóvenes, pero se nos escapan muchos. Esos científicos para los que la Economía es una materia para los que "no sirven para otra cosa". Ay de ellos!. Probablemente yo nunca necesite saber construir una casa, pero estoy segura que ellos en algún momento de su vida pagarán una hipoteca, decidirán sobre sus ahorros...
El primer error es difícil de subsanar. Habría que cambiar la mentalidad española. El segundo es sencillo. ¿Por qué no explicar a la gente lo que debe saber?. Es posible que no interese...
Muy buenos artículos Dani.
Espero el siguiente!